Nunca he usado bastones, ¿por qué tendría que hacerlo ahora?” La anterior, es una frase que me ha tocado escuchar muchas veces de personas que llegan a ser verdaderos detractores de los bastones de trekking sin siquiera tener un fundamento para esto. Sin embargo, los bastones pueden llegar a ser tus mejores amigos. A continuación te contamos el porqué.
1. Reducen la carga en las rodillas: Cuando caminamos sin bastones, la carga se concentra en el tren inferior, generando un mayor impacto en rodillas y tobillos. Con los bastones ayudamos a repartir un poco esa carga hacia el tronco superior, utilizando la fuerza de los pectorales y brazos para reducir hasta en un 25% el impacto en las rodillas. Si quieres seguir en esto hasta viejo, esta razón por sí sola ya es suficiente.
2. Ofrecen más puntos de apoyo: Los bastones entregan dos puntos de apoyo adicionales que te ayudarán a subir gracias a la fuerza del tren superior, y sobre todo a bajar en pendientes más inclinadas.
3. Mayor Tracción: Los dos puntos de contacto te darán mayor tracción en terrenos resbaladizos e inestables como nieve, barro o roca suelta.
4. Ayudan a mejorar el ritmo: Caminar con bastones te ayudará a establecer y mantener un ritmo constante, que puede ayudarte a mejorar tu velocidad, sobre todo en terrenos más planos y menos técnicos.
5. Mejoran el equilibrio: Los bastones te ayudarán a equilibrarte en terrenos difíciles como en cruces de ríos, o filos expuestos, lo que te permitirá moverte de manera más rápida, fácil y segura.
6. Sirven para mover obstáculos: Los bastones te permiten “limpiar” tu camino al poder mover ramas con espinas atravesadas en el sendero o quitar telas de araña.
7. Los puedes usar como sonda: Los bastones de trekking pueden ser utilizados como una sonda para “tantear” y obtener mayor información sobre el terreno que tenemos por delante, como por ejemplo, determinar la profundidad de un charco o constatar la solidez de un puente de nieve.
8. Ayuda en breves momentos de descanso: Los bastones te ayudarán a aliviar un poco el peso que llevas en la espalda. Por ejemplo, si cargas una mochila pesada, puedes tomar un breve descanso apoyándote en ellos.